Hoy hemos visto en clase la relación que existe entre estas dos artes, el cine y la música. No se a vosotros, pero a mí siempre me ha resultado muy curioso esta especie de apadrinamiento de la mayor (la música) hacia el benjamín de la familia (el cine).
Antes incluso de que la palabra (la poesía) se dignase aparecer en escena, explicando esas imagenes en movimiento, pura luz, pura magia, que supone el cine, ya estaban las notas de un piano acompañando el traqueteo del motor del proyector, guiando a los alucinados espectadores por las historias que sucedian en la sabana blanca que hacía las veces de pantalla.
Ya no quedan pianistas de aquellos que iban improvisando sus melodías al ritmo de las escenas: ahora llantos, después risas, luego peligro y al final un beso...¿O si?
Gracias al Hormiguero, gracias a Youtube, gracias a Queren que nos lo ha recordado podréis juzgarlo por vosotros mismos.
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